PROCESIONARIA DEL PINO
La característica principal de la procesionaria del pino es que las orugas de esta especie están recubiertas de unos pequeños pelos que pueden producir alergias, y suponen un riesgo para la salud, ya que provocan irritación de la piel en forma de sarpullido o erupción en el cuello, los brazos, las piernas y el torso, que puede durar varias semanas, irritación de los ojos y problemas respiratorios. Los siguientes factores pueden contribuir al efecto que provoca la procesionaria del pino:
- Cada mariposa hembra de procesionaria puede llegar a poner hasta 200 huevos en la copa del árbol.
- Las mariposas hembra son capaces de distinguir los tipos de pino sólo por la vista y el olfato, para así decidir dónde poner sus huevos.
- Pueden llegar a encontrarse hasta 2000 huevos en el mismo árbol, que al eclosionar darán lugar a otras tantas orugas.
- Cada oruga tiene alrededor de 1000 pelos, lo que puede dar lugar a nubes de pelos que pueden provocar alergias e incluso asma.
La oruga procesionaria del pino no pica, pero los pelos urticantes que liberan cuando bajan en procesión a enterrarse en la tierra producen irritaciones en la piel de personas y animales.
Las orugas de esta plaga autóctona se alimentan de muchos tipos de pinos, lo que provoca una seria defoliación y un gran daño a largo plazo. También puede afectar a cedros y abetos.
Además también pueden afectar a personas y animales, ya que las orugas procesionarias del pino están cubiertas por unos pelos urticantes que pueden provocar irritación en los ojos y en la nariz, y reacciones alérgicas.
Los especialistas aconsejan evitar cualquier contacto físico, no sólo con las orugas procesionarias del pino, sino también con sus nidos, o con los árboles afectados por esta plaga, ya que sus pelos alergénicos pueden despegarse de sus cuerpos y ser arrastrados por el viento hasta entrar en contacto con personas y animales.
El control de la procesionaria del pino es realizado por Sanielx utilizando los últimos avances en cuanto a productos y tecnologías.
El control de las orugas, causantes de daños en los árboles y en las personas, es realizado con los productos biológicos más novedosos del mercado, utilizando Bacillus thruringiensis var. Kurstaki, específico para el control de lepidópteros e IGR’s (Reguladores del Crecimiento de los Insectos), así como el empleo de feromonas para monitorizar las poblaciones de mariposas. Además, el tratamiento se complementa con medios mecánicos tales como corta o aspiración de los bolsones.