PICUDO ROJO
El picudo rojo de las palmeras, coleóptero de la familia Curculionidae, de reciente introducción en nuestro territorio, produce daños de importancia a diferentes especies de palmeras a las que les puede provocar la muerte.
Originario del Sudeste asiático y la Polinesia, se ha extendido de forma continuada por otras zonas de clima templado. Las primeras apariciones en España se produjeron en las provincias de Granada y Málaga y posteriormente fue detectado en 2004 en la Comunidad Valenciana. Actualmente está extendido en mayor o menor grado por toda la costa mediterránea, e incluso recientemente se han detectado casos de picudo rojo en zonas de interior, como la provincia de Sevilla e incluso en Castilla la Mancha. Con el tiempo se han ido desarrollando diversos tratamientos para eliminar el picudo rojo de las palmeras.
El picudo rojo tiene una forma y un color muy característicos: el adulto mide de 2 a 5 cm es de color marrón-rojizo y presenta un morro alargado característico. En el tórax tiene unas manchas redondeadas oscuras muy visibles. Los élitros que protegen las alas son del mismo color y presentan líneas estriadas de color negro. Los huevos son de forma ovalada, de un color blanquecino brillante. Las hembras depositan de 300 a 400 huevos en el tejido blando de la corona de la palmera y en las heridas del tronco.
Las larvas se desarrollan dentro de la palmera, y pueden superar los 5 cm. de longitud al final de su desarrollo. Son apodas piriformes, de color amarillento y con una cápsula encefálica de color marrón oscuro brillante, dotada de unas fuertes mandíbulas.
Las pupas, también amarillentas, están protegidas en un capullo cilíndrico de 4 a 6 cm., el cual construye la larva con la fibra que amasa de la propia palmera. Se suelen localizar en la base de las hojas.